UNA PANDEMIA EN PERSPECTIVA. NO 37
UNIVERSIDAD HISPANOAMERICANA
ESCUELA DE MEDICINA. COORDINACIÓN DE INVESTIGACIÓN
Dr Ronald Evans-Meza, MCs Roger Bonilla-Carrión, Dr Roberto Salvatierra- Durán.
En el país, durante la semana pasada continuó el vaivén a que nos tiene sometido en los últimos tiempo la pandemia, con altibajos que no permiten predecir si vamos al descenso de la curva, o más bien, estamos preparándonos para un incremento total indeseado. Con respecto a la semana antepasada, el promedio diario de casos que había sido de 918, pasó ahora a 992, lo que representa un aumento de 74 casos diarios, o sea, en porcentaje, un pequeño aumento de 8,0. En tasas, de una tasa de 179,1 por millón de habitantes para la semana antepasada, ahora tenemos una de 193,5 también por millón.
En las provincias, el comportamiento de las tasas se tradujo en un aumento de las mismas en San José y Puntarenas, disminuyó en Cartago y Limón, permaneciendo prácticamente estacionaria en Alajuela, Heredia y Guanacaste
Con respecto al Índice de Reproducción, igualmente se incrementó, pasando de 0,93 a 1,02. Con respecto a las provincias (ver cuadro 1), subió en San José, Heredia y Puntarenas. Disminuyó en Limón y se mantuvo por debajo de 1 en Alajuela, Cartago y Guanacaste.
A nivel global, las noticias más resaltantes fueron las de la aplicación de la vacuna de Pfizer-Bion Tech, primero en el Reino Unidos y luego en los Estados Unidos. Antes de que termine el año, otros países se sumarán a los que comenzaron a recibir el producto inmunizador. En nuestro país, se anunció que en los próximos días sabremos la fecha de llegada de la vacuna.
Pero el camino no ha terminado. Falta todavía un buen trecho para sentirse a salvo. Aún recibiendo la vacuna habrá que seguir cuidándose. La inmunidad poblacional quizás no se alcance totalmente en el 2021. En el mundo seguramente que no. En Costa Rica está por verse. Lo más probable es que nunca vuelva a ser como antes. No solamente son los coronavirus, nuevos o mutantes que puedan aparecer en el futuro. Son otros agentes causales, igual o más contagiosos y letales que el SARS CO V-2, que escondidos hoy en día, buscarán otra oportunidad para aparecer y traer la desgracia a la humanidad, Venga el recuerdo (no literal) de las líneas finales del terrible relato de “La peste”, de Marcel Camús. En cualquier momento puede pasar. Las ratas apoderándose de las calles de la ciudad, para soltar sus pulgas que llevan el bacilo de la peste. De la muerte, de la destrucción.
CAMBIOS CANTONALES EN LA INCIDENCIA DE COVID-19 NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2020.
En el siguiente cuadro aparece información relevante que nos permite visualizar como la pandemia ha afectado diferentemente a los cantones del país, durante los meses de noviembre y lo que va de diciembre. Con flecha color rojo se señalan los que han experimentado incremento y con verde, los que más bien han disminuido. Aparte se señalan aquellos cantones cuyos cambios han sido tan notorios que adquieren significancia estadística (al 10 %). Con aumentos significativos figuran Pérez Zeledón (que en los últimos días ha ameritado un traslado de emergencia de pacientes con Covid-19 hospitalizados, a hospitales capitalinos, por la falta de camas), así como Golfito y Corredores.
El cantón que ha disminuido su tasa significativamente es el de Sarapiquí. El comentario anterior no significa que los demás aumentos y disminuciones no tengan importancia. Todo lo contrario, se debe analizar en detalles todos estos cambios, para entender la trayectoria de la pandemia en Costa Rica. Obsérvese que se proporcionan casos diarios promedio y su tasa respectiva, para facilitar el análisis de la información.
MORTALIDAD POR COVID-19 EN COSTA RICA
En el gráfico 1 se puede apreciar la evolución de la mortalidad desde el comienzo de la pandemia, obtenida por intermedio de promedios móviles para cada siete días. Así vemos, que el primer pico en donde se atraviesa por vez primera la barrera de las diez muertes al día, se produce el 6 de agosto, cuando se tabula 12 muertes. A partir de ese día ocurre un descenso que se interrumpe el 25 de ese mes, para luego volver a subir, alcanzando las 18 defunciones al día el 7 de setiembre. El promedio sigue en ascenso, obteniéndose el punto máximo de la serie el día 19 del mismo mes, con 20 promedio. En los siguientes días los valores continúan siendo muy altos hasta el 14 de noviembre que caen hasta 9 defunciones diarias. Se mantienen en esa tónica prácticamente durante tres semanas, cuando el 4 de diciembre se llega a 18 muertes al día. Ese número alto se mantiene por los siguientes 6 días, para luego descender hasta 14 cuatro días después.
OCUPACIÓN DE CAMAS POR COVID19 EN COSTA RICA
En esta evaluación no se incluyen las camas de cuidados intensivos, como se dice en el título. Durante la pandemia en Costa Rica, es partir del 30 de marzo cuando siete camas son ocupadas por pacientes con Covid-19. Estas cifras se mantienen muy bajas hasta el 3 de mayo cuando se notifican 11 camas sirviendo a enfermos de la pandemia.. Hasta el 16 de junio, las cifras oscilan entre 10 y 19 camas con pacientes que tienen la enfermedad. A partir del día siguiente, se inicia el aumento de ocupación, hasta el 2 de julio que se notifica que hay 56 camas con pacientes que tienen Covid-19. Seis días después se supera el centenar de ocupación y para el 20 de julio ya se tienen 211 camas con enfermos de Covid.19, Para el 2 de octubre se alcanza la cantidad de 301 camas. El 16 de octubre se obtiene la cifra de 382 camas con pacientes afectados por el coronavirus. A partir de esta fecha, se inicia una disminución de camas en servicio, cuando ya se ha anunciado que la curva epidémica ha tocado techo, estando por debajo de 300 entre el 27 de octubre y el 26 de noviembre. Luego de esta última fecha, se comienza de nuevo a elevar el número de camas ocupadas, obteniéndose la cifra máxima el día de 8 de diciembre, cuando tenemos (383) camas de salón al servicio de pacientes con Covid-19.
Para el próximo número de estas notas, nos ocuparemos del análisis de la ocupación de camas de cuidados intensivos para enfermos con el coronavirus.
CÁPSULAS
1. EL CASO DE JAPÓN
Entre los países que llaman la atención sobre la manera eficiente en que han manejado la pandemia de Covid 19, figura Japón. No obstante, en las últimas semanas, han aumentado el número de casos lo que ha llevado al gobierno a implementar una serie de medidas adicionales.
Un artículo reciente de “The economist” así lo hace ver. Desde marzo, las autoridades comenzaron a advertir a la ciudadanía, la necesidad de evitar las “3cs”, es decir, los espacios cerrados (closed spaces), los lugares concurridos (crowded places) y los escenarios que propician los contactos cercanos (close-contac settings). El mensaje fue masivo por los medios tradicionales y modernos. Encuestas realizadas encontraron que la población estaba evitando las #3 cs”.
El episodio del crucero “Diamond princess” motivó el enfoque prematuro sobre los grupos (clusters) de casos. Al realizar diferenciación de riesgos, prefirieron tomar medidas restrictivas localizadas en vez de generalizadas. Utilizaron su gigante computadora, Fugaku” para modelar diferentes situaciones. Encontraron que el “Metro representaba poco riesgo, si las ventanas permanecían abiertas y los pasajeros utilizaban mascarillas. Incluso determinaron que si los pasajeros se sentaban diagonalmente en vez de estar uno frente al otro, el riesgo podía reducirse en un 75 %. Asistir a los cines también resultó ser de bajo riesgo. Pero aparte de evitar las “3cs”, advirtieron sobre los peligros de asistir a fiestas, comer y beber en grupos mayores a 4 personas, conversar sin mascarillas en cuartos cerrados, compartir dormitorios pequeños, así como lugares reducidos para cambiarse de ropa o descansar.
El gobierno también advirtió sobre la necesidad de permanecer en sus casas si presentaban algún signo o síntoma de enfermedad. La población aceptó sin remilgos todas estas indicaciones, así como el ser más puntillosos con las medidas de higiene. A ello contribuyó indudablemente la homogeneidad de su gente y a la tradición nipona de orden y respeto a las autoridades.
Se debe tomar en cuenta otras características de Japón. Su población, a pesar de ser muy longeva, es muy sana. Apenas el 4,2 % de los adultos son obesos (una décima parte de la obesidad en Estados Unidos). Cuentan con un magnífico servicio de salud y sus hospitales son de primera. Incluso desde los años treinta, disponen de un equipo de salud capacitado para labores de rastreo de casos y de contactos.
Fuente The Economist.
2- PORQUÉ EN EUROPA, LOS CONFINAMIENTOS MENOS SEVEROS ESTÁN HACIENDO SU LABOR? (Why Europe’s second, less severe lockdowns are working)
Este artículo trata de explicar las razones por las cuales la segunda ola de la pandemia de Covid-19 que azota Europa en las últimas semanas, ha tratado de ser contenida, mediante medidas de mitigaci´n menos severas que las aplicadas durante la primera ola.
Si bien es cierto que ya se ha comenzado a vacunar, se tardarán varios meses para lograr una inmunidad poblacional suficientemente grande para detener el contagio masivo del coronavirus. Por consiguiente, se hace necesario en todas partes, continuar utilizando mascarillas, reducir la deambulación, viajar menos, limitar el contacto físico y seguir con las medidas higiénicas recomendadas.
Sin embargo, las recomendaciones oficiales de socializar mucho menos, no han sido acatadas por la mayoría de la población europea y americana. La mortalidad continua siendo muy elevada y los casos siguen su curva ascendente sin parar ni dar tregua. Lo ocurrido ha impulsado a ciertos gobiernos de muchos de esos países, a tomar medidas estrictas para reducir el contacto físico de las personas, especialmente en estos días decembrinos y pre-navideños.
Las estadísticas, por ejemplo a través de la plataforma de Google con los celulares, hacen ver que el relajamientos de la conducta de muchos ciudadanos, se ha acentuado. Los traslados a lugares como supermercados, restaurantes, estaciones de transporte y a oficinas, no han disminuido como era de esperar y más bien se nota un retroceso en relación a lo acontecido cuando se dio el martillazo en la primera ola. Sin embargo, aún así, esa menor “restrictividad” al cumplimiento de las medidas de confinamiento, que han tenido que tomar últimamente, ha dado resultados, como lo prueba la disminución del Índice de Reproducción (Ro), que pasó de 1,1 a 0,9. Este pequeño cambio, puede significar mucho, dado que en un plazo de 4 semanas, representa una disminución de 21 %, o un incremento de 36 % en caso de no haber tomado ninguna medida.
El artículo por último, refiere ciertos cálculos hecho con el finde determinar cuáles aspectos del distanciamiento físico importan más. Por ejemplo, la reducción de los viajes al trabajo, resultan ser importantes, lo mismo que salir a visitar restaurantes, bares, y tiendas. Lo mismo el viajar a lugares fuera de la ciudad. La visita a parques o el viajar en medidos de transporte colectivos, resultaron no ser efectivos.
Fuente: The Economist. 28 de noviembre.
3- PORQUÉ MUCHOS PAÍSES FRACASARON EN EL TRAZAMIENTO DE CONTACTOS Y EN CAMBIO OTROS LO LOGRARON.
En este artículo, también publicado por “The economist”, se preguntan los autores, las razones por las cuales muchos países desarrollados no han podido implementar este tipo de procedimientos sanitarios, de antigua tradición. Así por ejemplo, Inglaterra no pudo contactar a una de cada ocho personas que resultaron positivas para la prueba del Covid-19 y el 18 % de los entrevistados no aportan detalles de sus contactos cercanos. En los Estados Unidos, la situación es peor. En algunas de sus regiones, más de la mitad de los contactados no da información sobre las personas con las que estuvo cercanamente. Y lo anterior ocurre recientemente, cuando ha pasado tiempo suficiente para haber implementado sistemas de trazamiento más efectivos.
Entre las respuestas que se obtienen figuran la falta de recursos, la tecnología anticuada y la desconfianza de la población, en los métodos empleados. En cambio, otras naciones ha logrado éxitos en estas tareas, tal es el caso de Corea del sur, Vietnam, Japón y Taiwan. Precozmente lograron aislar a las personas enfermas y a sus contactos, utilizando información personal a través de los teléfonos celulares, que sirvieron también para detectar obediencia y acatamiento. Ciertos es, que muchas de estas técnicas no pueden ser aplicadas en nuestros países, por razones culturales y políticas, pero se pueden extraer enseñanzas positivas de ellas.
El artículo contiene información, que no por conocida, deja de ser interesante. Los contactos cercanos, aquellos que han permanecido al menos 15 minutos en cercanía directa con la persona infectada, deben ser priorizados, lo mismo que cualquier persona que comparte con un caso conocido algún medio de trasporte público, o una oficina, igualmente lo son. Estos contactos deben ser sometidos a cuarentena para romper la cadena de trasmisión. Sin embargo, muy frecuentemente se producen fallos en la secuencia “prueba-búsqueda-aislamiento. Los Estados Unidos es un ejemplo de este fracaso.
Las OMS estima que una operación de búsqueda de contactos y de su aislamiento respectivo, es exitosa cuando se logra llevarla a efecto en un 80 % de los casos dentro de los tres días después de la confirmación de un caso. En un simple día, el 70 % de los casos deben ser aislados y el 70 % de los contactos requieren ser ubicados para ponerlos en cuarentena. Estas son metas, que muy pocos países logran alcanzar.
El número de contactos que se logra identificar en relación a cada caso de Covid-19 varía desde 17 en Taiwan hasta apenas 2 en el Reino Unido, 1,4 en Francia y menos de uno en los Estados Unidos.
Otra estrategia consiste en trazar los contactos de cada nuevo caso, lo más atrás posible, al menos dos días antes de contraer la infección, con el fin de identificar la persona que lo contagió. Esta estrategia resulta muy positiva por la conocida proclividad de que la infección se adquiere por intermedio de las personas denominadas “superdiseminadores”. En un estudio realizado en Hong Kong, se encontró que el 19 % de los casos fueron responsables del 80 % de las trasmisiones y de que, más sorprendente aún, el 69 % de los casos, no trasmitieron a nadie la enfermedad.
Fuente: The Economist.
REM. 16/12/2020