Investigación

UNA PANDEMIA EN PERSPECTIVA (12)

UNA PANDEMIA EN PERSPECTIVA. No 12.

ESCUELA DE MEDICINA. UNIVERSIDAD HISPANOAMERICANA

COORDINACIÓN DE INVESTIGACIÓN

Dr. Ronald Evans Meza, MSc. Roger Bonilla Carrión, Dr Roberto Salvatierra Durán.

El país está impactado por el aumento desmedido de casos sucedido en los últimos días. Por vez primera desde que se inició la pandemia, se pasó del centenar de enfermos al día comprobados. Y ello está ocurriendo en la misma semana en que se anunció la flexibilización de algunas de las medidas de control tomadas. Aún así, se ha notificado que las calles, centros comerciales y super mercados han estado abarrotados de gente. Creo que no hemos comprendido realmente qué es lo que está sucediendo. Ni siquiera mucha gente está consciente de la gravedad de la pandemia que nos aflige, al igual que el resto de mundo. Cuesta aceptar que el mundo entero cambió en el transcurso de pocas semanas. Que las formas de vida que llevábamos anteriormente, probablemente nunca más volverán. De hecho, como asegura un informe del “Imperial College”, algunas cosas nunca volverán a ser como antes. Es duro aceptarlo especialmente para la gente jóven. Como me dijo una adolescente en días pasados, ¿por qué me tocó a mí vivir esta situación? ¿Qué puedo esperar del futuro? Difícil dar respuestas a estas interrogantes tan emotivas y existenciales.

Los gobiernos también deben tomar decisiones muy controvertidas y por lo regular harto impopulares. En Costa Rica llevamos un poco más de tres meses confinados, junto con otras medidas que han afectado la circulación, el trabajo, el convivio, la práctica del deporte, el turismo, las relaciones familiares y sociales, además de otras tantas. El país las aceptó, mal que bien, aun reconociendo las inmensas pérdidas económicas que han ocasionado, pero observó con satisfacción, como ellas se tradujeron en la aparición de un número bastante moderado de casos y de unas pérdidas de vida muy lamentables, pero afortunadamente escasas. Lo contrario, totalmente a lo sucedido en otros países del área (ver figura 1). Llegamos a creer entonces, que lo peor quedaba atrás. Algunos países, como la misma China, habían logrado contener el brote en dos meses. Ciertos dirigentes de países poderosos afirmaron que eran cuestión de unas pocas semanas, para poder contener la pandemia. Más lamentable aún, otros presidentes no hicieron absolutamente nada durante las primeras semanas, hasta que la terrible evidencia los hizo inclinar la cabeza y empezar a tomar medidas. Unos pocos apostaron a dejar que la naturaleza hiciera el trabajo de producir una “inmunidad de grupo o de rebaño” y muy tarde se han dado cuenta de tan desacertado camino escogido.

FIGURA 1

CASOS TOTALES ACUMULADOS DE COVID-19 CONFIRMADOS EN COSTA RICA Y OTROS PAÍSES CENTROAMERICANOS Y EL CARIBE, AL 20 DE JUNIO 2020

Ahora estamos iniciando una segunda ola. La OMS, a través de su director, el Dr Tedros, decía el 18/06/20, que mundialmente podía ser más nefasta que la primera, advirtiendo además que más de la mitad de todos los casos y muertes, estaban ocurriendo en las Américas. No debería extrañar a nadie, ya que desde un principio se habló, de que la pandemia inicial sería seguida de otras que aparecerían en sucesivos meses. Quizás lo único sorprendente es que aparezca en el comienzo del verano, cuando se esperaba que se presentara más bien en otoño o durante el próximo invierno. Pero es así, también repetidamente se ha dicho que es un virus totalmente nuevo y cada día nos puede dar sorpresas y también aprendemos de él.

En Costa Rica, durante la semana del 15 de junio al 21, se han notificado un número de casos muy por encima de lo esperado. Entramos de lleno así, en una segunda ola cuando precisamente se anunciaban algunas medidas de aflojamiento al rígido control ejercido hasta estos momentos. En la figura 2 se logra apreciar el aumento diario acontecido.

PRUEBAS (TESTEO) DEL COVID 19 EN COSTA RICA

Poca atención se le ha prestado en el país a la prueba confirmatoria de caso de la enfermedad originada por el SARS-Cov-2. Nunca el enfoque del asunto ha recaído en la calidad de los laboratorio del país que la practican, ya que está fuera de duda, la confiabilidad de los mismos, especialmente del INCIENSA. Posiblemente tampoco, durante las primeras semanas, cuando hubo pocos casos, nadie comentó sobre si el número de pruebas era adecuado o inadecuado. Tuvo que llegar el Presidente de El Salvador, el señor Bekele, cuando declaró que Costa Rica estaba disminuyendo, conscientemente el número de ellas, con el propósito de diagnosticar menos casos, y así verlo, como un triunfo de país, para que mucha gente se sintiera ofendida y algunos prestaran atención al meollo de la querella.

Ahora, recientemente una publicación del CCP de la Universidad de Costa Rica alerta sobre la disminución del número de pruebas necesario para diagnosticar un caso de Covid 19. La OMS recomienda que el cociente resultante debe ser superior a 10. Algunos países, como Nueva Zelanda, Australia, Corea del Sur, Taiwan, tienen valores muy altos, como se aprecia en la figura 3, en donde también aparece Costa Rica, que antes de mediados de junio presentaba un cociente de 14,1. Sin embargo, el aumento de casos de la última semana, parece haber desbordado la capacidad del país, para realizar suficientes testeos de los numerosos contactos de los nuevos casos, ya que el indicador señalado anteriormente, ha disminuido de manera notable. Descartamos totalmente cualquier innoble propósito de “maquillar” la situación, como pudieran pensar algunos, ya que estamos seguros de la transparencia y seriedad científica con que se manejan este tipo de cosas en Costa Rica. Que suceda lamentablemente en otros países, no indica que semejantes prácticas puedan anidar en nuestro medio. Pero si nos preocupa la situación y esperamos que las altas autoridades de salud expliquen las causas de este bajonazo del número de pruebas, que según la fuente citada del CCP, llegó en los últimos días, a “ser de tan solo 5 o 6 casos descartados por cada caso positivo”.

PREVALENCIA POR PROVINCIAS Y CANTONES

La provincia de Costa Rica que tiene la tasa más alta de mortalidad por cien mil habitantes de Covid 19 es Alajuela (65,5), a la que sigue Guanacaste (47,7), San José (43,0), Heredia (42,6). Los últimos tres lugares corresponden a Limón (22,6), Puntarenas (21,7) y a Cartago con la tasa más baja (18,5). Precisamente es Cartago la única provincia que no tiene ningún cantón que supera la tasa nacional (41,3 por cien mil habitantes). Ver tabla 1.

Por cantones, se puede observar las tasas respectivas para cada uno de ellos, de acuerdo a la provincia a la cual pertenecen. Hemos seleccionado los doce con las tasas más elevadas. Ver tabla No 2.

Se comprueba así, mediante tasas, que el epicentro de la pandemia de Covid 19 está en la zona norte del país, con valores que están entre 2,5 y 4 veces por encima de la tasa nacional. En la zona del pacífico central tenemos al cantón de Garabito. En Heredia destaca el cantón de San Pablo y el propio central. En San José, encontramos con tasas elevadas a los cantones de Santa Ana, Alajuelita, Turrubares, Escazú y el propio San José.


* Significativo al 5%.


LOS PASOS SIGUIENTES

El gobierno, ante la incertidumbre, pero teniendo en cuenta que es imposible continuar indefinidamente con la cuarentena ciudadana, los cierres de negocios, el acceso al turismo local e internacional y demás medidas de distanciamiento físico, es posible imaginar que estará pensando en aplicar políticas substitutivas como las siguientes:

1- Continuar con las medidas adoptadas hasta el presente, por uno o dos meses más, hasta tener certeza de nuevamente haber aplanado la curva, para luego, soltar el torniquete y dejar que la gente vuelva a la normalidad, pero siempre vigilando muy atentamente la evolución de la pandemia.

2- Levantar las medidas en los cantones con baja prevalencia de la enfermedad, permitiendo ciertas actividades económicas, educativas y recreativas, con estrecha vigilancia epidemiológica pro-activa y aplicarlas severamente en las áreas con manifiesta y en ascenso actividad viral.

3- Persistir con la flexibilización y mitigación de las políticas aplicadas, a pesar de la circulación del virus y suspenderlas, solamente cuando se vea amenazada la capacidad de respuesta hospitalaria.

Como se puede apreciar, no habrá política contra el virus que contente a todos y habrá que asumir riesgos. Estamos con la espalda contra la pared. Pero no hay otra salida viable y de momento, ya que las demás tardarán un tiempo en llegar. La vacuna, de las que parece se están investigando al menos 140 de ellas, las cuatro que están más adelantadas, ya que han entrado a la fase 3 de aplicación para prueba en varios miles de personas, estarán listas apenas para los primeros meses del año entrante. La investigación se centra de igual manera en lograr descubrir medicamentos efectivos que neutralicen la enfermedad, pero hasta el momento, pese a las grandes inversiones monetarias que se han hecho en ese sentido, no se ha obtenido algún éxito significativo.


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