Investigación

UNA PANDEMIA EN PERSPECTIVA (98)

UNA PANDEMIA EN PERSPECTIVA 98

UNIVERSIDAD HISPANOAMERICANA

ESCUELA DE MEDICINA. UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

Dr. Ronald Evans-Meza, MSc Roger Bonilla-Carrión, Dr. Roberto Salvatierra-Durán, MSc Laura González-Picado.

Amaina la tormenta en el mundo causada por la variante ómicron y afortunadamente Costa Rica no es la excepción. Por tercera semana consecutiva, los principales indicadores epidemiológicos que siguen el rumbo de la pandemia, continúan descendiendo, dando indicios que ese comportamiento será muy diferente a la larga meseta que precedió el ocaso de la tercera ola. Otro componente importantísimo cual es la mortalidad, cuyo decrecimiento ocurre 3 o 4 semanas después de la baja de la incidencia, disminuyó levemente la semana pasada, ya que el promedio diario de defunciones fue de 17, en tanto la semana antepasada fue de 18 (3,2 % menos). También el promedio de hospitalizaciones no da muestras de seguir aumentando y más bien muestra estancamiento, permitiendo suponer que la caída ocurrirá en los días venideros.

Efectivamente, la semana pasada tuvimos un promedio diario de 3.501, es decir, 1.348 casos menos que hace 15 días (4.849), lo que equivale a un descenso de un 27,8 %. Este descenso intersemanal resultó ser el doble que el ocurrido en las dos semanas precedentes (13,5 %). Lo anterior significa que la baja en el número de casos se está acelerando. Todas las provincias experimentaron parecido decrecimiento. Cuadro 1

Igualmente sucedió con la incidencia, ya que de 939,2 por millón de habitantes ocurrida hace quince días, ahora se pasó la semana pasada a 679,1 por millón, lo que implica una reducción de 27,8 %. Por provincias, la más baja resultó ser la de Limón (350,5) y la más alta la de Cartago (831,9).

El tercer indicador que ha venido importantemente descendiendo es el del número de reproducción efectivo (número de contagio): En esta ocasión, descendió a 0,78, cuando la semana antepasada fue de 0,89. Prácticamente un 10 % de disminución intersemanal. El descenso se produjo en todas las provincias, correspondiéndole a Limón el valor más bajo (0,71) y el más alto a Guanacaste (0,84).

Esta significativa caída del Rt se ve reflejada también a nivel cantonal, dado que apenas dos de ellos presentan valores de 1 o más, en este caso Cañas con 1,07 y Sarapiquí con 1,0 (cadro 2). Toda esta data nos alienta a pensar que el descenso de la pandemia en Costa Rica, al menos por esta ola, está en franco declive, pero nadie puede asegurar con certeza, que dicha tendencia, es irreversible. De allí nuestra cautela y moderación al emitir opinión al respecto.

En el cuadro 3 presentamos la evolución del número promedio diario semanal y del número de reproducción, a partir de la semana del 18 de diciembre. En el primer caso, allí se observa que de un máximo de 5.624 casos registrados el 28 de enero, se bajó a 3.501 para un 37,7 % de disminución. En el segundo caso, el Rt máximo se obtuvo para la semana del 8 de enero, con un valor de 2,64 y el mínimo, 0,78 correspondió precisamente a la semana pasada. En esta ocasión, el descenso fue de 70,5 %

MONITOREO CANTONAL

BAJA DE 100 A 96 LOS CANTONES EN EL GRUPO DE ALTO RIESGO.

En la última semana, la situación cantonal muestra importantes avances, dado que bajó de 82 a 79 (96.34%) los cantones dentro de la categoría roja o de alto riesgo. Esto se debe a que Matina, Los Chiles y Turrubares descendieron a la lista naranja (mediano riesgo) y amarillo (bajo riesgo) respectivamente. Una pequeña mejoría, quizás, pero que sin duda, será más ostensible en las semanas venideras.

En la lista roja, Montes de Oro de Puntarenas vuelve a ocupar el primer lugar con la tasa de incidencia más alta de 1.383.5 casos por cada millón de habitantes. Luego se ubican Atenas (1.182.0), Poás (1.102.4) y Santa Ana (997.4). Se hace la observación que el resto de los cantones, puntualmente 14 tienen tasas altas superiores a 500.

La situación del Índice de Reproducción Efectivo Rt) experimentó francas mejoras. Únicamente dos presentaron un Rt por encima de 1: Cañas (1.07)( y Sarapiquí (1.00). En una semana, este indicador bajó de 8 a 2, pero si retrocedemos al 1 de enero del 2022 que tenía 57 cantones con RT altos hasta llegar a un máximo de 3.86, el descenso ha sido del 97%. Sorprendente muestra de cómo en un corto plazo, la situación de la pandemia en Costa Rica ha cambiado positivamente, pero sin olvidar que la situación en general, continúa siendo muy grave, demostrable solamente al recordar, que de acuerdo al primer párrafo, el 96 % de los cantones tienen tasas de incidencia de 250 o más por cada millón de habitantes.

En la figura 1 aparece el mapa del país con las tasas de incidencia de los cantones expresadas en diferentes colores.

En el cuadro 4 tenemos los conglomerados de morbilidad estadísticamente significativos. En este caso, volvieron a aparecer uno correspondiente a la zona de Alajuela y el otro a Cartago-Orosí.

MORTALIDAD POR COVID-19 EN COSTA RICA.

VARIANTE ÓMICRON NO ACELERÓ LA LÍNEA DE TIEMPO DE LA MORTALIDAD EN EL PAÍS

La aparición de la nueva variante Ómicron no aceleró la línea de tiempo de la mortalidad por cada 500 nuevos decesos, como se aprecia en esta infografía. En los momentos actuales, al país le tomará al menos 90 días para llegar al registro de los 8.000 fallecimientos.

Esta proyección se calculoó para el periodo del 29 de noviembre del 2021 hasta el 27 de febrero del 2022, y ha tomado en cuenta que en los últimos días el promedio de defunciones era de 12 diarios.

Precisamente, el último cálculo realizado por esta Coordinación de Investigación fue el pasado 28 de noviembre del 2021, cuando se contabilizaron 7.543 muertes en un plazo de 30 días. De esta forma, el rango de 90 días se ubica como el segundo periodo más largo que experimenta el pais para el registro de 500 nuevos fallecimientos por el Covi19. Los periodos más cortos de 15, 17 y 19 días se presentaron durante la segunda y tercera ola pandémica.

Es importante indicar que el Instituto de Métricas y Evaluaciones en Salud (IHME) de la Universidad de Washington estimó que Costa Rica alcanzaría un total de 8.085 muertos, el próximo 28 de febrero del 2022.

Al analizar la línea de tiempo de la mortalidad según el sexo, la velocidad en varones supera a las mujeres, principalmente en los últimos ocho meses.

Para el registro de los primeros 500 decesos, en varones trascurrieron 99 días (3 meses y 7 días), mientras en las féminas se dio en un plazo 164 días (5 meses y 11 días).

Una situación diferente se dio para el registro de los 1000 decesos. Las muertes en mujeres ocurrieron en menos tiempo, 99 días (3 meses y 7 días) y en los hombres en un espacio de 116 días (3 meses y 21 días).

Al llegar junio del 2021, la velocidad de la mortalidad de los varones se aceleró y marcó una diferencia. El periodo más corto fue de 26 días para completar un poco más de 4 mil muertes, entre el 10 de setiembre y 6 de octubre del 2021, el cual coincide con el pico de la tercera ola.

Otro ejemplo, para llegar a los 2500 fallecimientos en varones, el plazo fue de 32 días, el segundo periodo más corto durante la pandemia y que contrasta con los 50 días que tomó en las féminas.

Por último, al 02 de enero del 2022, las defunciones masculinas habían logrado superar 4.500 y las mujeres apenas al 7 de enero se contabilizaban 3001 decesos, una diferencia de 1.501 muertos.

USO DE MASCARILLA CAYÓ A UN 80% EN EL TERRITORIO NACIONAL

Los datos del Instituto de Métricas y Evaluaciones en Salud (IHME) de la Universidad de Washginton muestras que en el último bimestre, el país tuvo altibajos en el uso de la mascarilla, cuando meses atrás el nivel estaba entre un 84 a un máximo del 87% (24 de mayo del 2021)

Al 15 de diciembre del 2021, el reporte de colocación del cubre bocas era del 80 %. Luego, el 21 de diciembre cae al 79% y al mismo tiempo inicia un descenso por varios días.

Durante el 24 y 25 de diciembre se mantuvo en un 78%, este porcentaje baja y empieza a oscilar entre un 77 al 76% hasta el 14de febrero del 2022. Este es el indicador más bajo de la pandemia.

Para el 20 de febrero del 2022, la frecuencia de uso sube nuevamente al 80%. Dicho porcentaje es menor al 95%, que es lo deseable y que recomiendan los expertos para poder evitar junto con otras medidas reducir el número de nuevos contagios.


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