- Los empleadores dan preferencia a un candidato con un 80% de habilidades blandas desarrolladas.
- La articulación de habilidades blandas y duras permiten potencializar su carrera profesional.
- Todos tenemos habilidades blandas que podemos desarrollar con una adecuada orientación.
Las habilidades blandas son la llave para el mercado laboral. La razón es sencilla ante los retos de la Revolución 4.0 es el tipo de personal que permite a la empresa ser más competitiva. Además, las nuevas generaciones prefieren tener una carrera profesional con múltiples proyectos, es decir, son profesionales nómadas.
Ante este panorama, la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Hispanoamericana realizará el 7 de octubre un taller gratuito para estudiantes de bachillerato para explicarles ¿qué son habilidades blandas? y ¿cómo pueden desarrollarlas?
Según Milena Sotela, profesora y coordinadora de extensión de Administración de Negocios de la UH “estamos inmersos en la Cuarta Revolución Industrial a nivel mundial. Ante el desarrollo de la Inteligencia Artificial, los robots están ocupando puestos que antes tenía el ser humano. Por ello, toma fuerza el desarrollo de las habilidades blandas que es la única ventaja competitiva que van a tener los seres humanos ante la automatización. Al desarrollarlas podrán asumir nuevos puestos, lo cual refuerza la latente necesidad de fortalecer nuestras habilidades blandas, como el valor que no podrá ser suplantado”.
La actividad se realizará en el Auditorio de la Sede de Llorente de Tibás en el horario de 6:00 p.m. a 7:00 p.m. Los interesados deben escribirse al teléfono 6148-1617 con Ariel Marín.
HABILIDADES BLANDAS DA PUNTOS A SU HOJA PROFESIONAL
Los futuros profesionales deben entender las diferencias entre las habilidades duras y blancas para poder potenciarlas.
Para la docente Milena Sotela las habilidades blandas son “el resultado de una combinación de habilidades sociales, de comunicación, de forma de ser, de acercamiento a los demás, entre otras, que hacen que una persona se relacione y se comunique de manera efectiva con otros”.
Mientras que las habilidades duras agrupan “las destrezas técnicas requeridas o adquiridas para desempeñar determinadas tareas o funciones y que se alcanzan y desarrollan por medio de la formación, capacitación, entrenamiento y muchas veces en el mismo ejercicio de las funciones y que obviamente son necesarias”.
Para algunos expertos las habilidades blandas son 10 y para otros 14. Entre ellas podemos citar: actitud positiva, empatía, proactividad, capacidad de adaptarse a los cambios, comunicación, liderazgo, trabajo en equipo y responsabilidad.
Y ¿cómo podemos desarrollarlas? A criterio de Milena Sotela todos podemos ir desarrollando e incluso ver en cuáles tenemos más fortaleza que en el otras. “Las habilidades blandas son el tesoro de cada persona. Por ejemplo: una persona que trabaja en servicio el cliente debe tener la capacidad de comunicarse, empatía, amabilidad y ser asertiva. Entonces, sino las tiene nada hace con el título”.
La capacidad de poder de articular las habilidades blandas y duras le darán ventaja al futuro profesional. Actualmente, los empleadores prefieren el desarrollo de un 80% de las habilidades blandas versus las habilidades duras. Por este motivo, los candidatos deben anotar en el currículum sus habilidades blandas para que el empleador las pueda evaluar.
Otro elemento que los estudiantes deben tener presente y los encargados de recursos humanos son los profesionales nómadas.
Milena Sotela señala que “es un colaborador nómada del conocimiento, sin rangos de edades particulares, quien se caracteriza por su capacidad de ser independiente, responsable, innovador, imaginativo, creativo, versátil, muy tecnológico, capaz de trabajar en equipo sin limitaciones de horarios formales, ni el lugar donde se encuentren, así el investigador y autor. Un Knowmad es apreciado por sus conocimientos, eficiencia y versatilidad, lo cual le brinda una ventaja competitiva superior”.
Dicho profesional presenta un portafolio de múltiples proyectos y que busca participar en otros.
Para la Universidad Hispanoamericana esta actividad tiene gran relevancia como parte de su política de proyección social, al poder dar a los jóvenes herramientas reales y prácticas para decidir sobre su futuro profesional. Además, es un elemento fundamental de su oferta académica compuesta por más de 20 carreras, de las cuales 11 están acreditadas y 6 son reacreditadas por SINAES.
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